
La demencia, según el manual de psicopatología, consiste en el deterioro gradual del funcionamiento del cerebro, el cual afecta el juicio, la memoria, el lenguaje y otros procesos cognitivos superiores. La demencia se puede dar por varios motivos: Afecciones médicas, abuso de alcohol o de sustancias psicoactivas que generan cambios en el funcionamiento cognitivo
En este punto, el autor debe recalcar que la demencia, definida desde el punto de vista patológico, son trastorno independientes a las consecuencias del envejecimiento, aunque muchas de ella prevalecen más en los adultos mayores –Alzheimer y vasculares especialmente-.
La demencia tiene como primeros síntomas la dificultad o incapacidad para recordar eventos recientes. A pesar de esto, la persona no tiene problemas para recordar los hechos sucedidos a largo plazo, por lo cual en esta etapa inicial, la producción del lenguaje no se ve afectada.
A medida que la demencia se intensifica, avanza el desarrollo en el deterioro de ciertas facultades del pensamiento como las destrezas visoespaciales –ubicación, recordar el lugar de la casa..-, olvido del nombre de los objetos, incapacidad de recordar los rostros, incluso los familiares.
La afectación del funcionamiento intelectual es resultado de los daños en la memoria, la capacidad de planificación y el razonamiento abstracto. Afectación que se puede incrementar por la angustia y la ansiedad de las personas que tienen esta disfuncionalidad, junto a la angustia y ansiedad de su círculo social cercano –familia o amigos íntimos-, ante estas fallas.
De esta forma, el hecho que el adulto se dé cuenta acerca de su retroceso cognitivo, puede ocasionar cambios en el estado de ánimo – tristeza que puede llegar hasta un punto depresivo-, frustraciones, delirios –creencias irracionales-, apatía, agitación y conductas agresivas.
Estudios indican que existen mayores probabilidades de desarrollar una demencia después de los 75 años. Estos estudios también indican que alrededor del 85% de los individuos mayores de 65 años no presentan deterioro cognitivo significativo, sino una perdida paulatina en el rendimiento de sus funciones.
La demencia de tipo Alzheimer es la que presenta mayor prevalencia –casi la mitad de los individuos con demencia tienen esta modalidad de enfermedad-. Dicha mayor prevalencia ha originado que el Alzheimer tenga mayor cantidad de investigaciones en su haber.