Personas con identidad sexual no binaria.

El género consiste en los procesos históricos y socioculturales a través de los cuales un cuerpo biológico, constituido por rasgos femeninos y/o masculinos, llega a convertirse en hombre o mujer, a incorporar los roles y comportamientos asociados e impuestos a cada sexo o, incluso, las formas en que se transgreden dichos mandatos culturales.

En cuanto a los géneros o la identidad de género, el término no binario se refiere a  las personas que no se identifican como hombre, y tampoco lo hacen como mujer –el no binario entra en la categoría transgénero aunque algunas sujetos rechazan esto puesto que los transgéneros sienten que pertenecen al sexo opuesto con el que nació su cuerpo, mientras el no binario no se siente con libertad para reconocerse en un solo tipo de género-. Las personas no binarias pueden  sentirse hombre en algunos instantes y mujer en otros, o pueden hacerlo como alguien completamente alejado de estas categorías.

El no binario se encuentra inconforme con las construcciones sociales y la estandarización del comportamiento en función de un género. Ellos tienen muchos cuestionamientos acerca de sí mismos, por lo cual buscan respuestas fuera de ser hombre o ser mujer. En cuanto a su orientación sexual, los no binarios no quieren ser definidos como heterosexuales, homosexuales o bisexuales.

Ellos no aceptan las dicotomías de las identidades tradicionales de género –hombre y mujer- queriendo adoptar sus peculiaridades de acuerdo a su motivaciones presentes y no a un recorrido histórico determinado por sus características biológicas asociadas a la marca que la sociedad ha puesto en dicha persona.

La mayoría de las personas que se autodefinen como no binarias señalan que pueden presentar diversas crisis debido al no entendimiento y no reconocimiento por parte de otros de una realidad distinta a los puntos extremos de masculinidad y feminidad. No reconocimiento que se asocia con un deseo y necesidad por etiquetarlos en algún punto determinado.

A pesar que en muchos países la población no binaria es catalogada como minoría, y por ende, gozan de normatividades especiales para evitar su discriminación, estos sujetos todavía se sienten excluidos en muchos fenómenos sociales como por ejemplo el lenguaje.

En el idioma español, la casi totalidad del lenguaje tienen reglas que diferencian el masculino y el femenino, incluidos los pronombres personales, y además los plurales existen en masculino, por lo cual muchas personas no binarias están utilizando en las palabras la letra e que permite formar un género gramatical neutro.

Al sentirse excluidos del orden social, la persona no binaria puede tener variadas disfunciones emocionales como delicados trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, dificultades para conciliar el sueño, adicciones, inconvenientes en la autoestima y problemas relacionados con la escasa sociabilidad, por lo cual algunos sujetos presentan ideaciones suicidas que pueden conseguir o no su objetivo.

El no binarismo es un suceso que cada vez crece más. En el año 2018 algunos estudios realizados en el país de Estados Unidos, tienen como resultado que el 3% de los estudiantes entre 14 y 17 años, o sea entre noveno y once grado, no tienen la identidad sexual ligada a ser hombre o ser mujer exclusivamente.

La mayor visibilidad del no binarismo en la población, especialmente la juvenil, junto a la aceptación por parte de las figuras populares –artistas, deportistas…- puede ser un factor primordial para animar a otros jóvenes en la aceptación de su verdad con sus padres y la sociedad en general.

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