La identidad individual del adolescente.

La identidad personal es la percepción individual que una persona tiene de sí misma. Esta identidad moldea los patrones de conducta y la personalidad. El desarrollo de esta identidad comienza en el periodo de la niñez, pero se complejiza en la adolescencia debido a los efectos de la alta producción de las hormonas sexuales sobre el comportamiento.
El adolescente acelera su proceso de conocimiento de sí mismo, a través de la pertenencia a un colectivo, algo que suena paradójico. Colectivo que permitirá la posibilidad de resolver situaciones en un ámbito diferente al familiar y a la institución educativa, ambientes que tienen la tendencia a la protección.
La organización grupal que se desarrolla en el periodo de la adolescencia, permite que el púber aplique los conceptos interiorizados en el vínculo afectivo con sus padres, y los adapte a vivencias con otros compañeros o miembros del grupo con los cuales inicialmente no tienen ninguna relación pero que después de un tiempo, se forma un lazo afectivo completamente distinto de su familia nuclear.
Los adolescentes que, en su época de niñez, tuvieron relaciones estrechas y apegos seguros con sus padres, son capaces de escoger los grupos a los cuales pertenecen con base en el conocimiento de sus motivaciones, y tienen las competencias para adaptarse con mayor facilidad a las nuevas vivencias, reconociéndose como sujetos con importancia dentro del engranaje común.
De esta manera, estos sujetos cuando se encuentran en el periodo de la adolescencia, tienen un largo camino recorrido en el descubrimiento de quienes son, puesto que han descubierto la direccionalidad de su deseo y diversas características de su personalidad. Ellos hacen parte de grupos desde los últimos años de primera infancia o desde los años de su pre-adolescencia.
Camino que se acrecienta por la actuación de las hormonas sexuales, algo que crea una necesidad biológica para el proceso de adquisición de independencia de sus figuras parentales, sumado a las exigencias que la cultura, personalizada en los amigos, la publicidad…hace en los adolescentes.
Por otro lado, la población de esta edad que, en su época de niñez, tuvieron relaciones lejanas y apegos inseguros con sus padres, han tenido problemas para el conocimiento de su mismisidad, incluyendo su deseo, con los consecuentes inconvenientes en la escogencia de grupos y la adaptación a estos, no reconociéndose como importantes dentro del andamiaje comunitario.
Vínculos disfuncionales entre padres e hijos, que al adicionarse con las exigencias biológicas y culturales para la separación, ocasiona que el sujeto apenas comience el proceso para la consecución de su identidad individual, y lo haga sin bases emocionales o afectivas, y en muchos casos sin bases normativas interiorizadas.
Los aspectos comunes de estos dos tipos de interacciones que el adolescente tuvo con sus figuras parentales –apegos seguros y apegos inseguros-, son que el actuar de las hormonas sexuales ejercen un papel determinante para que el individuo adolescente descubra o acelere quien es, y acepte sus particularidades, a través de un colectivo.
Grupo que sirve para que cada miembro sea consciente de sus limitaciones y de sus contribuciones, a pesar que existe un funcionamiento colectivo que se caracteriza por la normatividad, rasgos de personalidad, rituales y comportamientos comunitarios.
Descubrir y/o desarrollar la identidad individual del adolescente a través del grupo, puede funcionar como conducta adaptativa puesto que pertenecer al colectivo es la forma que le ofrece mayor seguridad al sujeto de esta edad para salir del ambiente familiar protegiéndose de los peligros y de sus insuficiencias.
Debido a la alta connotación que tiene el grupo en el desarrollo de la identidad individual de sus hijos adolescentes, los padres requieren hacer seguimiento a estos colectivos, conociendo y acompañando algunas de sus actividades, evaluando las características de sus líderes o filosofìa puesto que con ellas su hijo adolescente se identificara, dándose cuenta de los compañeros de su hijo…
Seguimientos que se deben dar de manera disimulada para que el hijo no pierda interés en el grupo, y estimulará acciones determinadas en cuanto aspectos como los lineamientos que tendrá su hijo para la pertenencia al grupo, el logro de objetivos..

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