El trastorno narcisista puede esconder problemas de autoestima.

El trastorno narcisista es una exacerbación nociva de una adecuada manera de estructurar la personalidad y de comportarse. Adecuada en el sentido que uno de los determinantes de la sanidad psicológica, esta dada por una autoestima equilibrada y funcional.

La autoestima armónica se encuentra asociada con la creencia y el sentir del individuo acerca que es alguien valioso y querido para él mismo, para su familia y para su círculo cercano de amistades. Dicha creencia y sentimiento propio se complementa con una interacción sana con los demás y con la capacidad para lograr acuerdos  y trabajo en equipo con ellos, en los cuales todos los lados puedan obtener ganancias y repartir las pérdidas –formas de solucionar conflictos gana gana-

Sin embargo, el sentido de grandiosidad que tienen las personas con trastorno narcisista puede expresar una necesidad desesperada del sujeto acerca que las demás personas noten su existencia y la signifiquen como algo valioso en la solución de cualquier situación.

Significancia que el propio sujeto no tiene de sí mismo. Por esta razón, él/ella requiere ejecutar todo tipo de acciones, aun cuando sean contra la normatividad social o aunque sean acciones en las cuales se atropella a los demás, para tener éxito y sobresalir ante la sociedad.

Estos sujetos constantemente están buscando la aprobación y la admiración del otro porque carecen de su aceptación. A pesar de dicha búsqueda, las personas con personalidad narcisista tienen escasas habilidades emocionales para la negociación y el convencimiento del otro, sino que intentan, de forma obstinada, manipularlo y pasar a la fuerza sobre sus derechos o posiciones.

La carencia de la inteligencia emocional en una personalidad narcisista se asocia con su arrogancia puesto que no es capaz de mantener una interacción igualitaria con el otro, pensando y sintiendo que es alguien especial y que este otro esta muy por debajo de él.

De esta manera, se puede observar como algunos rasgos narcisistas intentan esconder la cosa más dañada que tienen en su interior, o sea su autoestima. La mayor parte de sus acciones denotan una competencia insana con el otro, en la cual las cosas se perciben bajo la óptica del deseo del narcisista, y en la cual el narciso desea resaltar en los demás como forma de compensar el sentir acerca de su poquedad en el mundo.

Deseo que se aleja de la realidad, y por ende, de una forma objetiva de manejar determinada temática. El distanciamiento de la objetividad ocasiona que la autoestima del narciso se fundamente en conceptos ficticios y tenga que ser reforzada continuamente con un sentido de grandiosidad que significa finalmente una degradación del otro.

Dicha degradación puede tener como objetivo conseguir que el otro se humille, de la misma forma que el narciso se sintió humillado en su primera infancia por el abandono emocional que sufrió por parte de sus figuras parentales. Abandono que consistió en la ausencia de formación en la inteligencia emocional, y en la dinámica familiar basada en la primacía del deseo del hijo sobre la primacía de la normatividad social.

Este es un escrito que tiene dos propósitos fundamentales: El primero de ellos es formar en diversos componentes que permitirán profundizar en conceptos y variadas realidades psicológicas, así como mejorar la salud mental del individuo y del grupo familiar. El segundo objetivo es promocionar mi consulta clínica de forma virtual y presencial, ambas se pueden solicitar al celular 320 6919221

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