Convicción anárquica del adulto joven actual.

Muchos padres de familia, adultos mayores y adultos de mediana edad, se encuentran asustados por la gran cantidad de protestas que se han presentado en la actualidad en algunos países. Protestas lideradas en su mayoría por adultos jóvenes.

Dichas protestas comienzan con un reclamo y una exigencia de los ciudadanos hacia sus poderes –ejecutivo, legislativo y judicial-, y hacia las instituciones gubernamentales, con el fin de transformar las diversas formas de gobernar, y por ende, mejorar las condiciones de vida de la mayoría.

Estos protestantes intentan autodenominarse héroes, otorgándose  responsabilidades que nadie les ha dado para “salvar” al pueblo de la perdición o corrupción institucional. Ellos llevan a cabo acciones aparentemente altruistas, pero que en el fondo son actos egocéntricos.

El propósito de modificar el estado, por medio de la protesta social, para permitir el bienestar de mayor cantidad de personas, se transforma fácilmente en aglomeraciones que llevan a la destrucción, puesto que el inidividuo que se liga emocionalmente a una masa, lo hace de tal manera, que tiene inconvenientes para regular sus emociones y desminuye su actividad intelectual.

Desear mejorar las instituciones y las políticas que dan lineamientos a esas instituciones, es un propósito que se modifica por el de desbaratar las colectividades que regularizan lo social, y que se han desarrollado con el pasar de varias generaciones.

De esta forma, el deseo del adulto jóven cuando pierde su perspectiva –sentido crítico- debido a la aglomeración en grupo y a su deseo inconsciente por tener una relación fusional con este grupo, es conseguir la anarquia, concepto asociado a la desistitucionalización, ausencia de orden y límites.

A pesar de perder su perspectiva original, el grupo y sus líderes, convencen al individuo sobre que es correcto defender una posición pasando por encima de los derechos de los demás, lo cual también implica dañar bienes públicos o privados, razón por la cual aquellos que no tienen una normatividad interna estructurada se quedan enlazados en esta dinámica patológica.

En este punto, se encuentran, de igual manera, adultos jóvenes que no realizan actos por fuera de la ley pero que defienden este tipo de acciones como necesarias para el establecimiento del bien común, sin capacidad para cuestionar la generación de tanto bienestar en ellos, cuando presencian los actos vandálicos y la supremacía del derecho a la protesta por encima de los derechos de los demás –movilidad, trabajo, estudio, sano esparcimiento…-.

El deseo por llegar a un estado de anarquia, además de referir que el grupo perdió  su función de héroe, también significa que perdió la capacidad de controlar sus emociones, dedicandose a destruir y no a construir. Igualmente, este deseo puede expresar que los sujetos que añoran  conseguir este tipo de estado –anarquico-, lo hacen con base en su motivación por repetir aquello que vivieron en su nucleo familiar.

El análisis del comportamiento de los adultos jovenes que ahora son llamados de primera, segunda y tercera linea, pero que antes no tenían nombramiento alguno sino que se dedicaban a actos vandalicos durante las protestas pacíficas de algunos, permite inferir que pueden tener trastornos de personalidad ligados a las acciones antisociales, narcisismo, borderline…

Trastornos de personalidad que solo se pueden dar en un ambiente familiar caracterizado por vínculos disfuncionales entre padres e hijos, y por la ausencia de una normatividad –reinado del deseo-. Tampoco, hay relaciones sanas entre los dos padres y mucho menos el trabajo en equipo entre las figuras de autoridad.

El adulto joven formado en esta clase de ambiente, atenta contra lo institucional de la misma forma que ha atentado o quiere hacerlo con la representación o con la integridad física de sus figuras parentales. El propósito fundamental de estas conductas es aniquilar tanto el establecimiento como sus memorias, así como quisiera hacerlo consigo mismo y su historia particular.

La principal conclusión de este texto es que los adultos jóvenes que se aprovechan de la protesta social para sembrar el caos, destrozar lo institucional, priorizar sus derechos sobre los derechos de los demás, desean que lo social se convierta en algo sin orden y sin vínculos afectivos sanos, así como su medio familiar, pero también se encuentran motivados por movilizar su deseo de venganza con sus padres hacia la cultura y/o los estamentos gubernamentales.

Este es un escrito que tiene dos propósitos fundamentales: El primero de ellos es formar en diversos componentes que permitirán profundizar en conceptos y variadas realidades psicológicas, así como mejorar la salud mental del individuo y del grupo familiar. El segundo objetivo es promocionar mi consulta clínica de forma virtual y presencial, ambas se pueden solicitar al celular 320 6919221

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