Este escrito es un pequeño análisis de los elementos valiosos del texto “El cerebro moral” de Churchland, quien es filósofa con estudios en neurofilosofía y filosofía de la mente. Para mí, este escrito del año 2012, tiene su importancia en la medida que diferencia la normatividad de la moralidad, y da una explicación de esta última como algo asociado a la biología, puesto que permite la formación de vínculos saludables con otros debido al trabajo conjunto de neurotransmisores, estructuras cerebrales y genes.
La socialización sobre los elementos valiosos del libro anteriormente mencionado, se realizará en dos escritos. En el presente, se mostrará la definición de moral de Churchland, junto con las bases biológicas que influencia en la formación y desarrollo de este concepto.
Churchland se refiere que la ética o moral se caracteriza por: 1) El cuidado y atención de los demás, algo que se nota con más fuerza en el apego por nuestros familiares y la preocupación por su bienestar 2) El reconocimiento de los estados psicológicos de los demás cuyo objetivo es conseguir predecir la conducta de terceros 3) La resolución de problemas en el contexto social 4) El aprendizaje de prácticas sociales por refuerzo, imitación, ensayo y error etc. El autor señala que la moralidad es más amplia que la normatividad puesto que la primera se refiere a lo bueno y lo malo, mientras que las leyes tienen como objetivo solucionar problemas específicos en contextos determinados.
Antes de hablar sobre la moral, el autor señala que los mamíferos están motivados para aprender prácticas sociales porque el sistema negativo de recompensas, que regula el dolor, el miedo y la ansiedad, responde a la exclusión y a la desaprobación, y el sistema positivo de recompensas responde a la aprobación y el afecto.
Estos sistemas de recompensas están diseñados en el cerebro pero empiezan a funcionar desde la primera infancia, dependiendo del apego que el adulto tenga con el pequeño y que el pequeño tenga con el adulto –el apego es definido como la disposición para atender y cuidar a otras personas, el deseo de estar con ellas y el hecho de entristecerse tras la separación-.
El apego ocurre debido a complejos circuitos neuronales y sustancias neuroquímicas, siendo la base neurológica de la moralidad. Los valores morales implican apego a los miembros de nuestra familia, atención a las amistades y la necesidad de pertenencia a un grupo. De esta forma, la moral es el cimiento que nos permite querer compartir con los demás y a considerar gratificantes los vínculos interpersonales.
El sistema significa que el sujeto obtiene placer, aprobación y se siente parte del grupo cuando ejecuta conductas “buenas” pero siente dolor, rechazo y desaprobación cuando ejecuta “malas” acciones. El sistema de recompensas nos hace sentir dolor emocional ante la perspectiva de ciertos episodios catalogados como antimorales –robar-y alegría emocional ante otros episodios significados como morales –rescatar un animal-.
Los seres humanos y los mamíferos sociables se sienten motivados para formar parte de un grupo y compartir sus prácticas con el colectivo, por lo cual tenemos relaciones asertivas con ellos pero también debemos cuidarnos –mantenimiento de la paz, distribución de recursos, manejo de conflictos –.
El grupo es tomado como parte integral del ser. Logrando el bienestar de los miembros del colectivo, el individuo logra su propio bienestar. Adquirir familiaridad con cada uno de sus miembros es una forma para predecir sus comportamientos, especialmente aquellas conductas que atenten contra los demás.
Esta es una generalización acerca de la conducta de la madre que solo encuentra el equilibrio cuando su cría esta en buen estado –el dolor y el miedo de la madre se activan cuando sus cachorros están amenazados-. Existen evidencias nerobiologicas que indican que la organización neuronal en la cual los individuos se procuran su bienestar, se modificó, dando paso a otros valores como el bienestar a terceros. El cuidado de la descendencia se ha extendido a los otros miembros del grupo –Este el principio de la moralidad-, dependiendo de las ventajas que tenga la vida en comunidad para la especie.
El paso de cuidar de nosotros mismos a tener diversos tipos de sociabilidad es responsabilidad, más que todo, de la oxitocina y vasopresina. La oxitacina se encarga del cuidado de la descendencia y la ampliación del vínculo de sociabilidad. Esta sustancia se relaciona con la confianza, puesto que eleva el umbral de tolerancia a los demás, reduce el miedo y las respuestas de evitación. La vasopresina permite activar la ansiedad y la agresión para defender a la pareja, y formar lazos afectivos tanto con la pareja como con la cría. Cuando actúa una se inhibe la otra y viceversa.
Fuera de la oxitocina y vasopresina, también existen otros cambios evolutivos con repercusiones cerebrales como sentimientos negativos de miedo y ansiedad ante la perspectiva de separación de las crías o de amenazas contra ellas, el placer o alivio cuando esta amenaza ha desaparecido y vuelven a reunirse padres con hijos, la activación del sistema del dolor cuando nuestro bienestar o el de nuestros seres queridos se ve amenazado, la necesidad del conocimiento detallado de los otros miembros del grupo, la capacidad de anticiparse a los problemas y poder planificar con mayor efectividad.
La corteza pre frontal permite la anticipación a los riesgos y a los comportamientos de los demás. Predecir estas acciones es algo muy útil para tomar medidas preventivas o para tener apertura para el desarrollo de vínculos afectivos. Esta corteza también permite retrasar la gratificación y ejercer medidas de autocontrol. La corteza prefrontal esta asociada con el sistema límbico que permite, entre otras cosas, darle emocionalidad a los proyectos.
Poder predecir la conducta de los demás permite que podamos concebir el mundo desde la perspectiva del otro y podamos imaginarnos escenarios futuros. Al mismo tiempo, también permite acercarme a los miedos, deseos, sentimientos y creencias de los otros.
Este es un escrito que tiene dos propósitos fundamentales: El primero de ellos es formar en diversos componentes que permitirán profundizar en conceptos y variadas realidades psicológicas, así como mejorar la salud mental del individuo y del grupo familiar. El segundo objetivo es promocionar mi consulta clínica de forma virtual y presencial, ambas se pueden solicitar al celular 320 6919221