Adultos entre 25 y 40 que no cumplen la teoría del reloj social.

El reloj social es un término creado por la psicóloga Bernice L. Neugarten, haciendo referencia a ciertos hechos sociales claves que conforman la vida de todo individuo y que permiten su ubicación tanto por los otros como por sí mismo, en una categoría de edad.

El reloj social para los adultos entre 25 a 40 años se concentra en cuatro temáticas básicas: la consecución de la estabilidad laboral, independencia monetaria de los padres, relación sólida de pareja y, la referida a la planeación de su descendencia junto con ser padres.

Si el individuo de estas edades no consigue aquello que la sociedad exige y que él ha interiorizado como un deber ser, este sujeto puede sumirse en procesos afectivos depresivos o cercanos a esta patología, caracterizados por la ansiedad, la desmotivación, el sentimiento de culpa o una representación acerca de haber desperdiciado el tiempo.

El no cumplimiento de las exigencias hechas por el reloj social, también puede causar acciones contra la integridad física y emocional: Abuso de sustancias alucinógenas o bebidas alcohólicas, trastornos alimenticios –bulimia, anorexia, obesidad-, comportamientos auto lesivos, entre otros.

Adicionalmente, este adulto puede rechazar los eventos sociales debido que en estos se conversan ciertos temas que se quiere evitar. Conversaciones que llevan a cuestionarse sobre el que dirán o auto rumiar sobre las razones por las cuales no ha llegado a determinados logros.

Por el otra parte, si el adulto entre 25 y 40 años no cumple con su reloj social, sea por motivación propia –no desean casarse o tener hijos…- o sea por inconvenientes alejados de su deseo –ser desempleado, no haberse independizado financieramente de sus padres…-, él puede sufrir la marginación de la cultura debido que su realidad y su accionar personal son distantes al ideal de la sociedad.

Dicha marginación puede ser una manera de control social, y por ende dar lugar a exclusiones vinculadas a la parte académica o laboral –los procesos no selección de diversas empresas o universidades no admiten personas que no cumplan con este reloj social-.

En esta edad, el reloj social es determinante para la salud emocional, puesto que el adulto se encuentra en el proceso de definir su identidad social mediante el reconocimiento que hagan los demás de él. Reconocimientos que toman forma en la medida que ese sujeto cumple con los estándares culturales esperados.

A pesar que muchas adultos entre 25 y 40 años se dejan presionar por este reloj social, ejecutando cada una de sus exigencias, algunos de ellos no se sienten satisfechos por la realización de este tipo de comportamientos, antes por el contrario, expresan inconformidad y cierto grado de sufrimiento.

Estos adultos no han escuchado su reloj individual, o por lo menos no han puesto a dialogar este reloj con el social, lo cual permitiría integrar sus acciones mediante sus motivaciones y características de su pensamiento con las exigencias culturales de acuerdo a su edad.

Dicho dialogo puede implicar que el sujeto tenga argumentos sólidos para rechazar las expectativas que la sociedad tiene hacia él o puede implicar que dejara ciertos procesos para más adelante en el cual tenga la suficiente preparación emocional para comportarse de esa forma.

Algunas personas tienen su reloj personal totalmente distanciado del reloj social, mientras que otros sujetos no poseen una distancia tan grande entre estos dos relojes, dependiendo esto de la posibilidad que el sujeto haya dado para reconocerse en su mismidad, dándole un lugar y sustento en lo social.

El dialogo e integración del reloj social con el reloj personal necesita de un direccionamiento de un otro terapéutico, quien facilitará el conocimiento del yo interno, compuesto tanto por memorias manifiestas como por memorias latentes –estas últimas que se logran conocer a través del discurso-, procurando que este yo interno acuerde maneras de procesar información que se incorporen funcionalmente con las demandas sociales, lo cual permite que el sujeto se convierta en alguien proactivo y efectivo para la solución de sus distintos malestares emocionales.

Este es un escrito que tiene dos propósitos fundamentales: El primero de ellos es formar en diversos componentes que permitirán profundizar en conceptos y variadas realidades psicológicas, así como mejorar la salud mental del individuo y del grupo familiar. El segundo objetivo es promocionar mi consulta clínica de forma virtual y presencial, ambas se pueden solicitar al celular 320 6919221

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