Diferencia entre ideación suicida y el placer por producirse dolor.

Cada vez se esta presentando con mayor frecuencia, especialmente en los adolescentes y en algunos adultos jóvenes, los comportamientos asociados a cortaduras en el propio cuerpo con elementos cortopunzantes, como forma de enfrentar vivencias o pensamientos displacenteros.

En el momento en que se explora a estos sujetos sobre el efecto que han tenido las cortadas, ellos afirman que estas acciones se llevan a cabo con dos propósitos puesto que les produce placer y, a la vez, ocasionan que disminuya la intensidad, de sentir  emociones o tener pensamientos dolorosos.

Las acciones auto lesivas tienen como objetivo agredir el propio cuerpo sin intención de muerte. Empero, estas cortaduras pueden producir el deceso involuntariamente en caso que exista el rompimiento de alguna vena o arteria importante.

Las investigaciones señalan que los sujetos con trastorno de personalidad límite, presentan alta probabilidades de tener estas conductas. El trastorno de la personalidad límite, según el manual de psicopatología, se caracteriza por un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales –movimiento constante entre los extremos de idealización y devaluación-, y en las emociones –cambio constante de las emociones negativas a las emociones positivas- la autoimagen y la productividad.

El individuo con este tipo de trastorno también puede presentar  impulsividad en el tema de los gastos, sexo, abuso de sustancias o relación con la comida, puede presentar sentimientos constantes de vacío. En el tema emocional y de procesamiento de la información, estos sujetos tienen dificultades para controlar sus emociones, especialmente las negativas como la ira, lo cual se complementa  con la ideación de ser perseguido o ser el centro de atención.

La conducta auto lesiva no busca quitarse la existencia para dejar de ser una carga hacia los demás, y no esta acompañada de acciones que denoten una ideación suicida –ideación suicida pasiva, amenazas, suicidas, contemplación activa del propio suicidio, planeación y preparación, ejecución del intento suicida y suicidio consumado-.

La acción de agredirse a sí mismo busca  reducir o cancelar un nivel, que el individuo siente como inmanejable, de sensaciones, pensamientos y/o sentimientos perturbadores que el sujeto no ha podido tramitar de una forma más sana, por medio de la palabra, actividad cognitiva, deportiva, cultural o de otro tipo.

Conseguir este resultado positivo –reducción del malestar psicológico-, es un refuerzo para que la persona repita esta manera insana de enfrentar las situaciones conflictivas. En la medida que se lleva a cabo de manera continua, el acto auto lesivo se convierte en el camino para encontrar el equilibrio emocional, camino que se utiliza cuando las otras estrategias, que por cierto son muy escasas en esta clase de personas, no funcionan.

Los adolescentes y adultos jóvenes que tienen estas acciones pueden sufrir de inconvenientes para la trasformación de sus pensamientos en símbolos, por lo cual ejecutan conductas no mediadas por el pensamiento. Acciones agresivas hacia ellos mismos y no hacia terceros.

Exteriorización inadecuada de la agresividad que denota escaso desarrollo de herramientas emocionales asociadas con baja autoestima, poca comunicación eficaz, escasa solución de problemas, mínima tolerancia a la frustración, limitado conocimiento de sí mismo, lo mismo que dificultad para pensar acerca de sus propios procesos de pensamiento.

Empero, estas manifestaciones de provocarse dolor hacia sí mismo/a,  pueden ser producto de un alto nivel de normatividad interna –normatividad que tiene la tendencia de ser auto flagelante-, generando su culpabilización en cuanto a eventos ocurridos en su medio ambiente.

Muy probablemente, las conductas auto lesivas no son los únicos actos disfuncionales que el sujeto ha tenido para comunicar su realidad interna, por lo cual es factible que este individuo haya tenido conductas psicosomáticas, proceder adictivo…

Las personas con comportamientos auto lesivos necesitan desarrollar un proceso terapéutico que permita descubrir las razones de su alto nivel de culpabilidad con las situaciones que ocurren a su alrededor, y que cree herramientas para reducir esa culpa.

Igualmente, este proceso tendrá como objetivo fomentar en el sujeto la resignificación de sus figuras parentales, y con ello desarrollar herramientas emocionales para el manejo funcional de situaciones conflictivas, manejo que debe darse mediante la aceptación de las sensaciones o sentimientos displacenteros y la trasformación de estos hacia objetivos socialmente productivos.

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