El grupo en la mente del adolescente.

En el proceso de adquisición de independencia que comienza a los nueve años, gran parte de los pre-adolescentes se empieza agrupar en colectividades. Este proceso se desarrolla con mayor intensidad durante la adolescencia, pues los estrógenos y la testosterona ejercen un efecto intenso sobre los deseos de consecución de una identidad individual lejana a sus figuras parentales.

Identidad individual que se consigue a través del grupo. Grupo que tiene un efecto contradictorio, puesto que genera la percepción al adolescente acerca que lo separa de sus padres, otorgándole autonomía, tal como desean, pero al mismo tiempo, lo somete a una serie de comportamientos determinados que deben cumplir para hacer parte de este grupo.

A pesar de esta ambivalencia, la pertenencia a grupos ejerce funciones importantes en los adolescentes, puesto que la reunión de varios sujetos permite el logro de objetivos, que no podrían ser posibles de llevar a cabo a nivel personal, debido a la inexperiencia, escasez de dinero de manera unitaria…De esta manera, el grupo compensa las incapacidades o insuficiencias que tiene el sujeto de esta edad al salir de la protección de sus padres.

Al mismo tiempo, el grupo también permite que el adolescente se acoja a una normatividad colectiva, la cual es aceptada sin tantos conflictos como la reglamentación familiar, y permite la identificación del púber con el líder o los ideales del grupo junto al desarrollo de competencias.

Debido a la importancia y a la necesidad que tiene las asociaciones en la mentalidad del adolescente, las figuras parentales deben estimular en sus hijos la pertenencia a grupos y ayudar a que ellos escojan estos grupos de acuerdo a la proximidad que tengan con sus deseos o motivaciones, siempre y cuando estos, correspondan a acciones aceptadas culturalmente –deporte, estudio, arte…-

Esta ayuda que los padres pueden ofrecer para conseguir estos objetivos, la deben hacer teniendo en cuenta el conocimiento que tienen de su hijo. Sin embargo, este proceso se debe realizar de manera muy tácita, para que sus ideas no provoquen resistencia en sus hijos, y por ende rechazo.

En este punto, se debe recalcar que los hijos antes de la adolescencia, por la exploración que han tenido de su deseo, direccionado por sus figuras parentales, requieren estar inmersos en una actividad que satisfaga sus intereses, con la pertenencia a grupos formativos formalizados.

Si el hijo, aún no hace parte de este tipo de agrupaciones, los padres han de exigir a su descendencia que desarrollen un proceso acelerado para la investigación de sus motivaciones, generando algunas propuestas para los adultos,  acerca de los colectivos de los cuales quieren formar parte.

Además de los beneficios que trae al adolescente la pertenencia a grupos formalizados dedicados a labores socialmente aceptadas, este colectivo es una forma de encaminar hacia fines positivos, la gran cantidad de energía del adolescente producto del funcionamiento de las hormonas sexuales y sus vinculaciones con la conducta, lo mismo que ayuda a equilibrar los estados anímicos disfuncionales del adolescente provocados por la alta intensidad en el trabajo del sistema límbico, y permite mejorar las habilidades de planificación y anticipación producto por la inmadurez de la corteza pre-frontal.

Energía desbordada que si no se alinea hacia movimientos valorados y permitidos socialmente, tiene el riesgo de encaminarse hacia la adquisición de hábitos no saludables –consumo de sustancias alucinógenas y/o embriagantes, conductas adictivas sin sustancia como la comida, el juego..- o pertenencia de grupos con acciones nocivas tanto para el orden público como para la sana convivencia.

Ante la pertenencia en estos grupos, hay que recalcar que la atracción que estos colectivos ejercen depende de cómo haya sido el proceso de interiorización de la norma social de este sujeto durante su niñez, y de cómo haya sido el seguimiento a la manera de actuar que sus padres han hecho durante su vida.

Por otro lado, también se debe recalcar que la atracción que el adolescente puede tener de hábitos no saludables, depende de la manera que ha significado su cuerpo desde sus primeros años, producto de la relación insana con sus padres, y la manera como, a través de estos hábitos no saludables, esta tratando de llenar vacíos, ocasionado, de igual manera, por el vínculo disfuncional con papá y/o mamá.

Este es un escrito que tiene dos propósitos fundamentales: El primero de ellos es formar en diversos componentes que permitirán profundizar en conceptos y variadas realidades psicológicas, así como mejorar la salud mental del individuo y del grupo familiar. El segundo objetivo es promocionar mi consulta clínica de forma virtual y presencial, ambas se pueden solicitar al celular 320 6919221

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