Un equipo de trabajo es la asociación entre individuos con objetivos particulares, algo que se convierte en una unidad debido a las relaciones asertivas y cercanas que existen entre sus miembros, el liderazgo compartido, los acuerdos para lograr los objetivos colectivos, las normas de equipo y la capacidad de retroalimentación entre sus miembros.
El deseo o la aceptación de ser padres requiere que ellos tengan la capacidad de agruparse con el desarrollo de un equipo de trabajo, el cual pueda ser independiente de las características de la relación de pareja, y que implique un mejoramiento de las relaciones, procesos y resultados con base en su objetivo mayor, su hijo.
Este tipo de vínculo afectivo con el padre o madre de su hijo, puede sonar como un ideal alejado de la realidad para personas que tuvieron una relación sentimental que no la tienen en estos momentos, puestos que existen demasiados sentimientos negativos, casi que imposibles de borrar.
Sin embargo, tener hijos de por medio, significa que se debe pensar en un bien común, dejando a un lado aquellos sentimientos de venganza, odio o tristeza. Bien común que requiere padres que sepan lograr acuerdos en cuanto a su formación, y padres que puedan ser una unidad para la creación de una normatividad en la mente del hijo, y para la aplicación de esta.
El paso inicial para la formación de este equipo de trabajo es el planteamiento de unas normas de convivencia entre los padres, en las cuales predomine el respeto, buen trato y la asertividad en las relaciones. Estas normas de convivencia deben llevar la habitualidad de las reuniones, los horarios y el compromiso acerca que no se tocarán aspectos personales sino solo los referidos a su hijo.
Estas normas de convivencia para los contactos entre padres, deben estar acompañadas de un manual de convivencia sobre el acuerdo en el manejo de su hijo. Dicho manual debe tener las sanciones o castigos que se darán con las diferentes faltas que pueda tener su hijo, los deberes que tendrá en las distintas facetas –académica, tareas de la casa, estilo de comportamiento-, el manejo del tiempo libre, las prohibiciones, el nombramiento de situaciones conflictivas alrededor del hijo y el acuerdo entre los padres para controlar ese tipo de situaciones, y demás temáticas que los padres consideren pertinentes para el crecimiento de su hijo.
Es necesario anotar que este manual de convivencia para el manejo de su hijo, se debe modificar en cada etapa del desarrollo, de manera que los padres revisarán y modificarán el manual de convivencia, por lo menos cada tres años. También es importante recalcar que las sanciones o castigos no deben estar en contra de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Sobre este manual, los padres requieren ser capaces de tener comunicación constante y reunirse algunas veces, con el propósito de hacer el seguimiento de los diferentes ámbitos de su hijo y crear planes que permitan optimizar sus fortalezas y mejorar sus debilidades.
Este es un escrito que tiene dos propósitos fundamentales: El primero de ellos es formar en diversos componentes que permitirán profundizar en conceptos y variadas realidades psicológicas, así como mejorar la salud mental del individuo y del grupo familiar. El segundo objetivo es promocionar mi consulta clínica de forma virtual y presencial, ambas se pueden solicitar al celular 320 6919221