Fijación oral.

Un sujeto queda fijado o bloqueado, sea por motivos de ausencia de satisfacción –traumas- o por exceso de ella, a una determinada etapa del proceso de desarrollo emocional, por lo cual sus comportamientos y subjetividad, especialmente cuando se presenta determinadas crisis, se caracterizan por aquellos que normalmente se utilizan en la etapa en la cual quedo fijado.

Las fijaciones en la etapa oral se dan en individuos que fueron destetados demasiado temprano, por lo cual esto se convirtió en una vivencia traumatizante que no estimulo en los niños la confianza suficiente en su madre, así como no permitió la generación de apegos seguros entre los dos.

El destete a una edad muy corta podría ser interpretado por el niño como una castración –prohibición- desmesurada, ocasionando que signifique a su madre de una forma negativa, sin existir representaciones lo suficientemente positivas como para contrarrestar esto.

Igualmente, esta fijación también se puede dar por la excesiva lactancia, de tal manera que la madre se rehúso, por diversas razones, que su hijo se separara de ella, obligándolo a una dependencia que disminuyo con alta intensidad los deseos del pequeño por cosechar su autonomía de manera paulatina.

En este caso, la figura maternal no favoreció la estructuración emocional de su descendiente al destetarlo y simultáneamente estimularlo para el encuentro de un dialogo con el otro, a través del aprendizaje en la formación de fonemas y los movimientos corporales que necesitan realizar para el entendimiento del otro sobre sus deseos.

La ausencia de castración –prohibición- oral es algo que en primera instancia complace plenamente al pequeño pero que puede alterarlo en la adaptación al ordenamiento social puesto que, cuando la madre desteta tardíamente a su hijo, los otros niños llevan un largo camino recorrido en su proceso edípico, la acomodación a una cultura, la adquisición del lenguaje social, la interiorización de normas..

Altas diferencias que pueden provocar que el niño culpe al adulto por este fenómeno, por lo cual la lectura que el infante había ejecutado acerca de la aparente bondad de su madre, se puede desvanecer rápidamente, cambiándola a una connotación nociva, o de odio en los casos más extremos.

Los sujetos que quedaron fijados en la oralidad, basan una parte significativa tanto de sus acciones como en su procesamiento de información –emociones, pensamientos..- repitiendo, o por lo menos intentado recrear nuevamente las experiencias sucedidas en los primeros 18 meses de vida para la mayor parte de las personas.

Estos individuos se caracterizan porque enfatizan mucho la importancia de la boca en su repertorio conductual. Ellos tienen facilidad para adquirir adicciones asociadas al uso de la boca y la nariz –cigarrillo, bebidas alcohólicas o consumo de sustancias alucinógenas….- en la adultez.

Adicionalmente, estos individuos tienen mayor probabilidad de destacarse y otorgar importancia al manejo del discurso con fines tanto negativos –maltrato verbal, lenguaje soez- como con fines positivos –locución, trabajo social, psicología..-.

En cuanto al procesamiento interno de la información, aquellas personas con fijación en la etapa oral, pueden tener dificultades para la separación, queriendo establecer vínculos afectivos con otras personas buscando la posibilidad de altos acercamientos emotivos en los cuales no haya distanciamiento.

Durante su niñez, la fijación oral implica la presentación de inconvenientes para dejar el tetero, así como el desarrollo de la compulsión de comerse las uñas o morder a sus pares en los conflictos que tengan con ellos, problemáticas en el aprendizaje del lenguaje oral, exceptuando en situaciones caracterizadas por la presencia de disfuncionalidades fonológicas o neurológicas.

Tanto niños como adultos que se estancaron emocionalmente en el periodo de la oralidad sienten que su deseo de poseer a la madre es omnipotente y es algo que se puede conseguir por medio de la actividad de boca-nariz o por medio de los lazos demasiados cercanos con las personas, no aceptando sus limitantes para conseguir una dependencia simbiótica.

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