Formación de la responsabilidad social en los niños.

La responsabilidad social es el compromiso, obligación y deber que poseen los miembros de la sociedad para contribuir voluntariamente a una sociedad más justa y con mejores condiciones. La responsabilidad social incluye la parte ambiental y la generación de condiciones más equitativas para los individuos.

La figura materna es la persona más significativa para su hijo/a en el primer año de vida, puesto que entre ellos dos existe una relación demasiada cercana permitiendo así, que el pequeño se desarrolle en el nivel adaptativo, físico, mental, cognitivo y comunicacional, de una manera funcional.

La importancia de la madre en este periodo de tiempo, genera la posibilidad que el niño quiera imitarla en sus comportamientos, incluido en hábitos asociados con la responsabilidad social. Utilización de pañales de tela en vez de pañales desechables, trato respetuoso del personal de servicio, ahorro del agua, evitar paños húmedos, copitos y talcos para bebes, clasificar basuras.

La madre explicará a su hijo las razones para la realización de estos comportamientos de responsabilidad social. En este momento el bebe no es capaz de entender sus palabras pero internalizara estos hábitos con afecto puesto que hacen parte de las acciones de su primer objeto de amor.

Más tarde, en el momento que el padre hace su aparición como persona independiente de la madre y como alguien encargado de separar la relación fusional entre madre e hijo, y por ende, como sujeto que exige el cumplimiento de una normatividad social, el niño esta en capacidad para acatar las prohibiciones y recibir castigos debido al uso inadecuado de los recursos, al trato desigual y grosero con las personas o al maltrato a los animales.

Este momento de la vida del menor, en el cual los padres llevan a su hijo a interactuar en diferentes ambientes y con distintas personas, al mismo tiempo que comparten enseñanzas, los niños podrán intensificar su consciencia ambiental y el trato justo con las personas y demás seres vivos.

Dicha consciencia debe ser reforzada constantemente tanto por papa como por mama en acciones saludables con el medio ambiente y con las otras personas. Acciones como tratar bien a los animales, especialmente las mascotas, usar los utensilios y el vestuario que se necesita, sin desperdiciar, trato y pago justo con las personas del servicio, caridad y ayuda a los grupos poblacionales con mayor grado de velnerabilidad.

El desarrollo de la responsabilidad social en el niño requiere que exista una interacción continua entre el hogar, la institución educativa y los grupos de actividades extracurriculares de los cuales el infante haga parte. Interacción que permitirá el conocimiento y la generación de planes conjuntos.

Uno de estos planes puede tener como objetivo fundamental desarrollar la proactividad en el niño en cuanto a la creación de acciones de responsabilidad social, las cuales pueden tener un seguimiento a través de los años, y las cuales se puedan complejizar más en la medida que el infante tenga mayor edad.

La creación de estos planes o programas puede crear otros beneficios alternativos como intensificar el lazo emocional entre padres e hijos, la adquisición de conocimientos tanto en temáticas de responsabilidad social como en aspectos metodológicos de los programas o acciones planteadas.

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