Idealizar al odiado.

En los fenómenos individuales, el camino que lleva a la identificación del hijo  con su padre y de la hija con madre, en los procesos funcionales, tiene como primer momento el odio hacia la persona con la cual se identificara posteriormente. De esta manera, en el comienzo de la triangulación, el hijo tiene sentimientos de odio hacia su padre por separarlo de su madre, separación con el objetivo de rehacer su relación matrimonial, la cual se ha resquebrajado por la excesiva atención que la madre tiene con su hijo pequeño.

Por el lado de la hija, en el comienzo de la triangulación, la pequeña odia a su madre por intentar separarla de su padre, Separación que se produce con el objetivo que esta figura no se encuentre demasiado unida con la pequeña, algo que le impediría transmitirle, de manera efectiva, el proceso de normatividad social.

Después de este odio o sensaciones displacenteras con el padre del mismo sexo, los niños –hembras y varones- transforman su postura hacia el padre odiado. Ellos sienten culpa de este odio, por lo cual lo idealizan. Idealización que permite que el niño se identifique con el padre del mismo sexo y ejecute comportamientos similares a los realizados por ese padre.

En los ambientes sociales, ocurren conductas parecidas puesto que la idealización hacia algo se presenta después que ese algo es odiado. Así, se puede observar situaciones como la música Hip Hop en Estados Unidos, estilo musical que se volvió popular en el condado Bronx en New York, condado caracterizado por su pobreza y por ser el sitio de vivienda de latinos, afroamericanos…, poblaciones discriminadas y odiadas por las personas de raza caucásica y nivel cultural alto en Estado Unidos.

Con el transcurrir del tiempo, este rechazo  fue disminuyendo, dando lugar a una transformación del gusto musical e idealización de ese tipo de música por parte de personas o hijos de personas que anteriormente no soportaban este estilo. Incluso, después de algunos años, el Hip Hop se asoció con música disco y otros géneros musicales para permear todas las clases sociales y geografía del país del norte, convirtiéndose en un referente musical y de vida de muchas personas.

En la colectividad, la idealización después del odio, es un medio para identificarse con la masa y demuestra el deseo por pertenecer a ella, al mismo tiempo que expresa el deseo de los individuos por tener el éxito y la aceptación de la persona o cosa que envidian.

Desde este punto de vista, es más sencillo para el individuo idealizar al odiado y pertenecer a la masa, que tener conflictos constantes con esa masa. El sujeto prefiere acomodarse y equilibrar su energía, que descompensarse por peleas constantes.

Tanto en el ámbito social como en el colectivo, se puede observar que toda idealización, y posterior identificación con algo o alguien, es un camino iniciado con ese odio a ese algo o alguien. Odio que está acompañado de la envidia por su modo de vida, la aceptación que tiene, sus conocimientos, poder…

Al presentarse el odio y la envidia, el sistema afectivo del individuo no lo puede soportar, por lo cual transforma esas emociones y sensaciones negativas por algo positivo. Esta reacción se da para no tener remordimientos y para estabilizar su energía por medio de la acomodación al ambiente.

Idealizar aquello que se odia o envidia, es una manera para hacer las renuncias más llevaderas  y crear la ilusión individual acerca de tener la posibilidad por llegar a la posición de la persona que se esta idealizando, y obtener los beneficios envidiados.

No se tiene la certeza acerca de si idealizar, aquello que se odia o aquello que se envidia, como forma de evitar conflictos y equilibrar energía, puede ser un comportamiento con raíces neuro-biologicas o una conducta solamente aprendida del medio ambiente.

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