La consecuencias emocionales del escaso dormir reparador en el adolescente.

Actualmente la población de niños y adolescentes tiene una alta prevalencia de los trastornos del sueño, lo cual se relaciona con el incumplimiento inadecuado de las funciones propias del desarrollo, el mantenimiento de la salud –autocuidado en salud y la higiene del sueño- y en las proyecciones para el futuro –especialmente en el tema de bienestar-.

El concepto de calidad de sueño establece parámetros de comparación para estimar la presencia de algún tipo de alteración. La calidad del sueño no solo implica conciliarlo y mantenerlo durante una cantidad determinada de horas durante la noche, y que, como consecuencia directa, facilita la manifestación de comportamientos diurnos satisfactorios y de buen rendimiento en la totalidad de las actividades que se realizan, sino que supone que en tal proceso se producen acciones neurovegetativas de crucial importancia para la reparación y mantenimiento del organismo.

En la etapa de la adolescencia, los sujetos requieren entre nueve y diez horas diarias de sueño. Los factores que pueden afectar el sueño en estos años, se encuentran asociados con temas psicológicos, cambios en el patrón circadiano, incidencia de comportamientos sociales o hábitos.

El inconveniente del insomnio presentado en la adolescencia, presenta mucha complejidad, porque implica la incapacidad de lograr el reposo profundo de la actividad neurovegetativa, con influencia en la calidad de vida en el aspecto fisiológico, cognitivo, relacional, emocional.

El insomnio se enlaza con estados depresivos, posibilidades de la presencia del trastorno de déficit de atención con hiperactividad, alteraciones en la memoria, concentración y dificultades en el razonamiento lógico, irritabilidad, cambios bruscos de humor, mayor vulnerabilidad a la adquisición de comportamientos adictivos, función hormonal y presión arterial anormal, lo mismo que efectos negativos en el metabolismo del azúcar, aumento de peso.

En el adolescente, el insomnio tiene un componente fundamental relacionado con aquellos hechos que están en contravía de hábitos saludables de sueño. Estas acciones son: Mantenerse durante largas horas en frente del computador o celular, especialmente dos horas antes de dormir, la realización de tareas en horario nocturno, consumo de tabaco, alcohol y sustancias alucinógenas…

Las acciones insalubres de los adolescentes al dormir se encuentran asociados a la observación constante de este tipo de conductas por parte de sus padres y también debido al exceso de permisividad de los adultos ante algunos comportamientos de su hijo.

En efecto, el hijo desde la época de la niñez esta visualizando como sus padres tienen un horario irregular de sueño, mantienen la habitación poco adecuada para el sueño –sin cortinas que den privacidad o disminuyan cantidad e intensidad de luz que llega a la habitación, con aparatos conectados la totalidad del tiempo..-, usan permanentemente aparatos electrónicos –televisor, celular, computador..-, colchón y almohadas incómodas, la cama es utilizada para algo distinto a dormir –leer, ver televisión, trabajar, chatear..-, no realización de rituales relajantes para dormir..

En cuanto al exceso de permisividad de los padres con el uso del celular de su hijo en un horario antes de dormir, la realización de tareas poco tiempo antes de terminar el día, entre otras cosas, esto tiene relación con vínculos afectivos inadecuados entre los adultos y el descendiente.

Vínculos caracterizados por la escasa interiorización de una normatividad, junto al poco seguimiento que realizan los padres con esta realidad de su hijo, lo cual puede presentarse por múltiples causas que son necesarias desglosar en un proceso terapéutico.

Estos casos pueden ocurrir en las familias en que el púber desobedece el ordenamiento de los padres o es muy resistente al acatamiento de dichos ordenamientos, escondiendo su celular, de tal manera que duermen con este aparato, acostándose a altas horas de la noche por el chateo constante con sus amigos, con la consecuente somnolencia en el colegio al otro día y la disminución de los rendimientos en todos los niveles.

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