El hecho que la mediana edad sea un periodo que antecede a la adultez mayor, así como que en estos años, el ser humano comienza a notar su declinación en distintas áreas, junto que algunos familiares o personas queridas han muerto, ocasiona que este sujeto acepte emocionalmente la posibilidad de fallecer en un futuro no muy lejano.
Las vivencias nombradas anteriormente, promueven un proceso de transformación personal, el cual según los recursos con los que cuente la persona podrá desembocar en un desarrollo evolutivo normal, promoviendo la generatividad, o por el contrario, podrá dar pasos a procesos patológicos que generen el estancamiento del desarrollo.
Cuando el adulto de mediana edad no asume estos cambios de forma funcional, él se sumerge en un estado de auto-rumiación –mecanismo cognitivo de afrontamiento que se caracteriza en que el sujeto focaliza su atención en los aspectos difíciles o negativos de una manera repetitiva y pasiva-.
La auto rumiación se puede relacionar con la culpa –la culpa es el resultado de la tensión entre lo que el individuo es y las características que la sociedad exige que sea-, puesto que en ambos –auto rumiación y culpa- existen reproches al sí mismo, manera poco sana de procesar la información, pudiendo precipitar y desarrollar emociones negativas –odio, miedo, desazon- que no se encuentran ligadas a representación alguna, por lo cual están libres.
Dichas emociones negativas pueden ser lo suficientemente paralizantes como para permitir un movimiento emocional del individuo, y por ende, ocasionar un rendimiento paupérrimo en las distintas facetas de la vida cotidiana. El individuo se estanca, no pudiendo generar procesos novedosos tanto para él mismo como para los otros.
De esta manera, el estancamiento que sucede con algunos individuos de la mediana edad, se podría explicar porque las numerosas pérdidas que sufre el sujeto en esta época –capacidad física, sexual, cognitiva, lo mismo que la muerte de personas queridas…..-, puede reactivar la relación fusional que tuvo con su madre en los primeros meses de vida, al igual que el proceso de interiorización de la normatividad –uno a ocho años-, en el cual se instaura la culpa en la mentalidad del infante. Etapas del desarrollo que este individuo puede haber solucionado de forma adecuada o no haberlo hecho.
En caso de una inadecuación en aquello que la interiorización de la culpa se refiere, esta se revive por lo cual produce una continua infelicidad interior, restricción a la propia libertad y la inmovilización en los procesos creativos que tiene el individuo para sus desarrollos. Con esta realidad, la persona se percibe en su mismisidad como inútil y estorbo.
Dichas persona se le dificulta tener una significación positiva cuando realizan la comparación entre lo que han logrado y aquello que han aspirado, de manera que si las aspiraciones sobre pasan con mucha diferencia los logros conseguidos, el adulto de mediana edad presenta poca facilidad para resignarse, y por ende, para adaptarse a su realidad actual.
Por otro lado, la culpa también puede actuar en los adultos que fueron capaces de haber asimilado emocionalmente, y salido de sus procesos infantiles de relación muy cercana con su madre y entrada adecuada al mundo del lenguaje y de la normatividad cultural. En este caso, él puede sentir remordimiento por haber creado un sello particular, dejando atrás algunos aspectos de su marca familiar, algo que puede superar puesto que es un individuo afectivamente sano
Como conclusión, la culpa puede favorecer el estancamiento en la mediana edad, especialmente en aquellos individuos que tuvieron un vínculo disfuncional con su primer objeto de amor –madre- y que posteriormente no tuvieron un proceso adecuado de separación con la figura materna, lo cual se encuentra ligado a una relación insana con su padre.
Trabajar con la culpa para que el adulto de mediana edad no se estanque, es mejor realizarlo con un otro terapéutico, quien direccione un proceso cuyo punto final es la reparación. En este punto, el individuo, aceptará su remordimiento, lo asimilara emocionalmente y podrá integrarlo con su deseo para la creación de logros para sí mismo y para los demás.