La fantasía original.

La función paterna es la encargada de dar límites y normatividad. En otras palabas, la función paterna representa a un otro, representa a la cultura y al lenguaje, o sea representa a todo aquello que separa las distintas relaciones fusionales que se pueden dar. Esta función puede ser representada por múltiples personas y no necesariamente el padre: Puede ser representada por padre, abuelo, madre, o incluso por los departamentos sancionatorios de las entidades.

Por el contrario, la función materna es la encargada de dar protección, seguridad y continencia. Esta función se asocia con las relaciones fusionales debido que promueve la unión y no la separación, y promueven la satisfacción de todas las necesidades sin exigencia alguna. Esta función puede ser representada por múltiples personas y no necesariamente la madre: Puede ser representada por madre, abuelos, padre, o incluso por los departamentos de recursos humanos, sindicatos, derechos humanos etc

Atendiendo las definiciones anteriores, la función paterna representa un otro social, el cual atenta contra los deseos individuales de ser una unidad con la madre, ocasionando que el sujeto se tenga que separar de ella El pequeño no  quiere tener este proceso de separación puesto que esto le produce desequilibrio, malestares y la no satisfacción de la totalidad de sus deseos.

Al intentar separar al hijo de su madre para que ella normalice su cotidianidad – su relación de pareja, vínculos laborales..- el pequeño desarrolla sentimientos displacenteros hacia su padre o hacia quien cumpla esta función –novio de la madre, abuelo..-

La negación a desarrollarse por sí solo, produce que el niño haga una creación acerca de una realidad que quisiera vivenciar nuevamente. Una fantasía en la cual se quiere anular al otro,  por los sentimientos displacenteros que produce. Si anula la presencia o la significación del padre, el infante podrá rehacer la relación fusional con la madre.

La fantasía original contiene emociones desadaptativas hacia el padre –odio, rechazo- y deseos que no haga parte de su vida –el niño pequeño solo quiere estar con su madre para que ella complazca la totalidad de sus deseos-, razones suficientes para que exista culpa por esta fantasía original.

Culpa que ocasiona que el contenido de esta primera fantasía sea transformado por cosas que el pensamiento del pequeño pueda tolerar. De esta forma, los nuevos temas, son un disfraz de la fantasía inicial, o sea el deseo realizado acerca de la no presencia del padre.

Modificaciones ligadas al cumplimiento de otros deseos que el sujeto pueda tolerar puesto que no producen ambivalencia al interior del individuo –sentimientos de felicidad y equilibrio pero, de manera simultánea, sentimientos displacenteros y que generan caos-

Aun así, algunas de estas fantasías están lejos de poderse exteriorizar puesto que están en contravía de una sana convivencia. Estas son fantasías que denotan una supremacía del deseo del niño sobre el principio de realidad, algo que puede tener una afectación sobre otros.

Las figuras parentales, tal como se señaló en el escrito pasado, deben despertar en su hijo pequeño la confianza para que él comente acerca de sus frustraciones y deseos. Conociendo esto, los padres podrán encaminar sus fantasías en la creación de una realidad en la cual se repongan ante esta frustración y puedan llevar a cabo su deseo en la medida que este tenga contenidos socialmente aceptados.

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