Los adultos entre 25 y 40 años son nómadas laborales.

Múltiples motivaciones de índole personal o profesional han ocasionado que los adultos, tengan que trasladarse de una ciudad a otra, o incluso entre países. Dichos deseos obedecen a la búsqueda de oportunidades laborales o queriendo mejorar aquellas que se tiene actualmente.

Los sujetos se han convertido en nómadas debido a varios fenómenos sociales, entre los cuales se encuentran: El alto nivel de desempleo, los salarios bajos, la elevada oferta educativa en comparación con las posibilidades de empleo, oficios basados en procesos o programas cortos, el poco desarrollo en empresas de diversos sectores –productivo, salud, educativo…- en municipios pequeños y medianos.

Los sujetos entre 25 y 40 años son las personas que ofrecen posibilidades de adaptarse con mayor nivel de efectividad a estas nuevas realidades sociales puesto que necesitan demostrar sus capacidades y conseguir una reputación a nivel laboral, no importando que sacrificios deban implementar en su vida –cambio de ciudad o de país, poco descanso, escaso interés por el cuidado de su salud y su crecimiento integral, terminación o menoscabo de su relación sentimental…-.

Además de la razones anteriormente mencionadas, cierto porcentaje de individuos de estas edades, que son los que generan el interés de las empresas para una variedad importante de cargos, no tienen una relación de convivencia con descendencia, y no tienen el deseo de tenerla, por lo menos en el corto plazo.

Estas son personas que tienen competencias asociadas con el gusto por el cambio, comunicación eficaz, consecución de logros, resolución de conflictos inmediatos. Empero, ellos pueden tener inconvenientes en empatizar con el otro, desarrollar equipos de trabajo estructurados y duraderos.

El nómada es un cazador-recolector, algo que en el lenguaje laboral podría significar una persona con mucha capacidad para realizar proyectos a corto plazo -1 a 3 años-, regular facilidad para planes de acción a mediano plazo -3 a 5 años-  y poca competencia para estrategias a largo plazo –más de seis años-.

Los nómadas laborales se esfuerzan por implementar su trabajo con bastante calidad puesto que esta es la huella que desean dejar en la empresa, y la que producirá su reconocimiento, sin importar que este nivel de perfeccionamiento puede generar relaciones distantes con sus compañeros.

Reconocimiento que implica ser significado como necesario dentro de la empresa, por lo cual esta –la compañía- no prescinde de sus servicios sino que lo tiene en cuenta para un cargo de importancia que se desarrolla por un proyecto determinado en otra ciudad.

El pensar y sentir que el proyecto en el cual trabaja actualmente es algo de pocos meses, puede inhibir al sujeto para una apertura emocional con la empresa y con el grupo de trabajo del cual forma parte, produciendo que no implemente la totalidad de sus potencialidades para rendir más.

Dichas potencialidades para ofrecer su máximo rendimiento, son asociadas al desarrollo de un vínculo afectivo funcional con su equipo de trabajo, y con la estructura organizacional, de tal manera que se puedan combinar adecuadamente maneras distintas de percibir la realidad, y por ende, permita la construcción de conocimientos colectivos, variadas y eficaces formas de resolver problemas, creación y desarrollo de nuevos productos…

Dedicarse durante muchos años al nomadismo laboral puede ocasionar que el sujeto tenga resistencia a la formación de vínculos afectivos profundos presentes o futuros con las personas y/o las instituciones, puesto que sentirá que no vale la pena en la medida que posteriormente modificará su lugar de residencia.

Teniendo en cuenta la interpretación anterior, este individuo idealiza sus lazos emocionales pasados referentes a su familiar nuclear y familia extensa, dando como resultado un cierre a la posibilidad para el establecimiento de vínculos afectivos sólidos presentes.

Idealizando su pasado, el nómada laboral se siente completo en su imaginario, no teniendo el deseo de arriesgarse a las implicaciones de crear vínculos afectivos en el presente y en el futuro, por lo cual las oportunidades emocionales que se presenten –amistad, pareja…-  pueden ser tomadas con ligereza.

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