Algunos autores definen los adultos jóvenes como las personas que se encuentran entre los 18 y 40 años. Sin embargo, el presente autor concibe este primer periodo del ser adulto, desde los 18 hasta los 25 años, puesto que en esta época se producen vivencias y maneras de percibir la realidad diferentes a las que ocurre desde los 25 hasta los 40 años.
De acuerdo a esta denominación, los adultos jóvenes son individuos que pertenecen a la generación Z, quienes son aquellos nacidos entre el año 1995 y el año 2005. Generación que goza de ciertas particularidades en sus comportamientos y maneras de pensar.
Los individuos de la generación Z han nacido en un mundo globalizado en el que las tecnologías digitales han determinado su comportamiento. Esta determinación se puede observar en que cualquier persona que desee o tenga necesidad de comunicar algo, lo puede hacer a través de una red social o la utilización de alguna otra herramienta de la web –La palabra necesita un aparato tecnológico para expresarse-.
El gusto que estos individuos han adquirido por el uso de las herramientas tecnológicas, especialmente las redes sociales, se origina porque observan que estos aparatos electrónicos ocupan la atención de los papas, produciendo que las figuras parentales se encuentren ensimismadas mucha parte de su tiempo cuando están en el hogar. De esta manera, los infantes quieren identificarse a ellos, y a la vez lograr su atención.
Los sujetos de la generación Z, la mayor parte, tienen padres que trabajan, por lo cual han sido formados por abuelos o empleadas domésticas, algunos de ellos pasando mucha parte de sus actividades extracurriculares de manera solitaria, por lo cual su gran compañía es la televisión, internet y los teléfonos celulares.
Además que trabajan, muchos padres están teniendo o han tenido recientemente conflictos de separación, algo que implica que dejan a un lado la poca atención y cuidado que le proporcionaban a su hijo, para encaminar sus esfuerzos en el conflicto de pareja.
La educación de los abuelos puede ocasionar que los nietos reciban demasiada atención y cuidados pero poca compañía emocional, por lo cual pueden tener dificultades en la adaptación a ambientes nuevos, la adquisición de una normatividad, la sociabilidad y el desarrollo del lenguaje.
Por otro lado, el cuidado de las empleadas domésticas puede generar poca atención y cuidados en la parte emocional, lo mismo que puede generar dificultades en la adaptación a ambientes nuevos, la adquisición de una normatividad, la sociabilidad y el desarrollo del lenguaje.
El vínculo afectivo lejano de los padres con sus hijos, sumado a los menores cuidados por abuelos o empleadas domésticas promueven la falta de límites dentro del hogar, problemas en la estructuración de una normatividad interna, personalidad con rasgos egocéntricos y dificultades en la adaptación entre otras cosas.
Los miembros de la generación Z han estado acostumbrados a la soledad, por lo cual no demandan la presencia de compañía física. Aun así, ellos no pueden desligarse del contacto con los demás producto de la utilización, sin delimitación de tiempo, de redes sociales.
En cuanto al ambiente laboral, Los sujetos de la generación Z son percibidos como personas que quieren tener su propio negocio, por lo cual no desean ser parte de una empresa. Ellos son definidos como poco comprometidos con su trabajo puesto que no se integran de manera fácil a los equipos de trabajo y no se esfuerzan para la realización de objetivos colectivos.
