Solución de inconvenientes en el cuento de hadas “El gato con botas”.

En este cuento de hadas, un hijo sufre la muerte de su padre labrador, quien no le deja bienes materiales como a sus otros hermanos, sino que su legado es un gato, ocasionando la sorpresa de su descendiente junto con cierto grado de decepción puesto que siente que su progenitor lo trato diferente a sus hermanos.

A pesar de sentir estas emociones negativas, el hijo no se interesó en ahondar en ellas. Por el contrario, él tuvo muchos cuestionamientos acerca de las razones de su papá para dejarlo como dueño del animal y las utilidades ocultas que podía obtener con dicha criatura, pues no se le ocurría ninguna.

De esta manera, el hijo pudo descubrir que el felino era dueño de muchas habilidades, las cuales, a pesar de ser valiosas por sí mismas, no eran suficientes para beneficiarlo en su cotidianidad, razón suficiente para explorar a su “nuevo compañero” con mayor profundidad, conectarse con él y aplicar este conocimiento a las características de su existencia.

El deseo del hijo por llegar más allá fue respondido cuando el gato por iniciativa propia, ejecutó cierto acciones que permitieron borrar de su dueño aquellos interrogantes iniciales, puesto que los comportamientos del animal generaron que tanto él como su propietario consiguieran acceder a cuestiones positivas después de pasar determinadas aventuras. De tal manera, ellos pudieron conseguir la atención y los favores de rey, tuvieron la posesión de un castillo luego de vencer a un ogro “malo”, así como la posibilidad de desposar a la princesa y vivir con ella feliz por siempre…

El mensaje oculto de este cuento de hadas es que ante una vivencia dolorosa o que ocasiona malestar emocional, la persona quien la sufre requiere encaminar sus esfuerzos para el encuentro de soluciones. Práctica auto reflexiva que difiere  de la auto rumiación ejecutada por variados individuos, proceso que se caracteriza por volver a pensar la experiencia negativa una y otra vez.

Tras este mensaje latente, existe un lado de la mismidad que se cuestiona si lo que ha aprendido o lo que posee antes de haber sufrido la pérdida o la experiencia disfuncional, es suficiente para la consecución del equilibrio y bienestar. Empero, la otra parte de sí mismo, personificada en el gato, es capaz de aprender e innovar para contestar a las necesidades que su mismidad y su entorno plantean con su nueva realidad.

Creación personal cuyo objetivo es proporcionarle al propio sujeto una vida más satisfactoria, y simultáneamente dar con claridad algunas herramientas en la formulación y/o desarrollo de su sentido de vida en el cual se puedan estimular las habilidades internas.

Estos propósitos son posibles en la medida en que el sujeto acepte que esta viviendo una situación particular que lo incomoda, pueda desarrollar un análisis objetivo y subjetivo de este malestar que le servirá para construir soluciones novedosas, efectivas y funcionales.

Las figuras parentales que leen la historia al menor necesitan que el pequeño llegue a la conclusión que este cuento de hadas, al igual que la gran mayoría, expresa una lucha entre dos partes del sí mismo. De este modo, el gato significa la faceta creativa y que desea el movimiento como medio para recuperarse de los eventos displacenteros de su existencia, mientras que en la otra parte se encuentra el hijo duditativo, con poca iniciativa y que prefiere la no circulación o estancamiento.

El gato representa la faceta que puede ocasionar cierta incomodidad a corto plazo, puesto que modifica ciertos patrones de conductas, emocionales y de pensamientos previamente establecidos generadores de ganancias, pero que a mediano y largo plazo promueve inmensos beneficios en la medida que satisfacen las necesidades de la totalidad de su mismidad, incluyendo su sentido de vida.

Si el niño interioriza el concepto acerca que el gato es la parte de su sí mismo que prefiere ser exploradora, inquieta y con una rebeldía funcional, él podrá significar la importancia de conectar este felino con los otros elementos de su subjetividad, y así encaminar sus esfuerzos en solucionar las situaciones mediante la integración.

Aunque el niño reflexione, con la ayuda de los mayores, acerca que el felino es una parte esencial de su mismidad, también requiere aceptar que el pequeño que duda y quiere indagar antes de tomar decisiones hace parte de su manera de concebir la realidad. Extremos que necesitan ser integrados, para lo cual el adulto lector puede colaborar con este propósito.

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