El escrito de este blog ”El deseo como principal motivador de todas las acciones” tuvo como una de sus principales conclusiones que el deseo es el principal motivante para tomar decisiones sobre algo. Empero, este deseo debe estar acompañado de otras competencias que permitirán ejecutar las acciones con calidad, ética y en el tiempo previsto –competencias de planeación, organización, relaciones asertivas, trabajo en equipo etc-
La conclusión anterior se aplica a las decisiones de la vida en las distintas facetas, una de ellas la procreación. De esta forma, estar en embarazo debe ser un estado en el cual confluye el deseo y otras competencias, pero se ha significado de otra manera.
En este escrito presentare algunas situaciones en las cuales existe una significación disfuncional del embarazo, algo puede afectar tanto la estabilidad psicológica del nuevo ser como la colectividad como tal, en el sentido que cuando crezca este futuro ciudadano no tendrá las competencias necesarias para tener una sana convivencia, una vida sin traumatismos psicológicos y un eficaz proceso productivo
La primera situación en que se puede presentar un embarazo con rasgos patológicos, es que este ha sido producto del deseo de uno o los dos padres pero sin las condiciones socio económicas mínimas para tener un proceso de embarazo y crianza sanos. Estos son personas que que para subsistir deben hacer un gran esfuerzo, algo que implica que no tendrán tiempo para la formación con calidad de su descendiente, ni menos el dinero necesario para ello.
Estos padres que, ante su falta de planeación y de una objetiva valoración de sus condiciones de vida, tienen hijos que no pueden sostener, exigen la presencia constante del estado en cuanto la implementación gratuita de los servicios de educación, salud etc.
Al dejar la total o casi total responsabilidad de la formación de sus hijos en manos del estado debido a la incapacidad de sus padres por darle afecto y normatividad, el infante crecerá con ausencia de estos, culpabilizando a la sociedad entera de su “desdicha”, deseando venganza continua, algo que promueve una insana adecuación al orden social y cultural.
Otro caso no menos grave de las decisiones no éticas de tener hijos, ha sido cuando el embarazo es producto del deseo de uno o los dos padres, acompañado de condiciones económicas favorables pero sin las características psicológicas individuales o de pareja, necesarias para formar hijos con la estabilidad emocional suficiente que les permita tener una vida sana y feliz.
Estos son padres con rasgos disfuncionales de personalidad que se unieron complementándose en sus patologías, pero con la incapacidad de realizar un trabajo de equipo productivo. Además de esto, son padres con escasas habilidades de evaluación tanto de sí mismos como de pareja, lo cual origino el deseo de tener descendencia bajo estas circunstancias.
Las consecuencias de este fenómeno, son hijos que tienen inconvenientes en darle sentido a su vida porque cada padre enfoca esta de manera diferente y contradictoria, algo que también influencia en un manejo patológico en el tema de los sentimientos. De esta forma, la mentalidad de los hijos se forma sin una ley interna y sin herramientas emocionales para enfrentar de manera asertiva las situaciones conflictivas.
El tercer caso de un embarazo con características disfuncionales, se puede dar cuando el bebe no es deseado ni esperado, pero existen las condiciones socio económicas adecuadas para su desarrollo. Este es el caso de muchas personas de mediana edad con hijos grandes u sin hijos, los cuales se descuidaron en los métodos anticonceptivos.
Dichos padres pueden tener un rechazo hacia el bebe en los primeros meses de embarazo. Rechazo que ocasiona culpa, la cual se remedia teniendo una relación fusional con su pequeño durante toda la vida, no dando oportunidad para la adecuación del infante en un orden social y del lenguaje.
Un cuarto caso de embarazos con resultados negativos es cuando uno o los dos padres sienten que tener un hijo es algo fundamental, dentro de su imaginario, para salvar una relación de pareja rota desde su estructura. La principal consecuencia de esto es que no salvan la relación sino que la empeoran con las discusiones permanentes y su incapacidad para el desarrollo de un equipo de trabajo en cuanto las decisiones concernientes a su hijo.
Además de estas fallas en la formación de su hijo, el infante adquiere el concepto de amor de pareja ligado a indiferencia, nulo entendimiento, conflictos constantes, comportamientos poco afectivos acompañado en muchas ocasiones por violencia intrafamililar.
Un quinto caso de este tipo de embarazos, es el de madres y padres, especialmente adolescentes o en la primera juventud, los cuales tuvieron negligencia en la utilización adecuada de métodos anticonceptivos, provocando el embarazo no deseado, no planeado y muchas veces sin condiciones socio económicas mínimas.
En el extremo más dramático de la situación de concebir un hijo en un ambiente disfuncional, se encuentran aquellos padres que no tienen el deseo, no tienen las condiciones socio económicas y tienen características disfuncionales tanto personales como de pareja. Ellos son padres poco planificadores y que, mas que los otros padres, tienen problemas en posponer el placer que da una relación sexual, por lo cual pueden tener inconvenientes en la adecuación a una normatividad social.
Generalmente, la formación de los infantes de los dos últimos casos, corre por cuenta de abuelos o algún miembro mayor de cualquier de las dos familias extensa. Figuras que son capaces de contener los afectos y emociones de los niños, y figuras que pueden ofrecer todo tipo de cuidados pero que no están en la actitud para hacer cumplir funciones normativas, las cuales exigen cierto desgaste emocional. Ellos ejecutaron ese papel hace unos años con sus hijos y no lo quieren volver a repetir.
Por esta razón los niños criados por sus abuelos o adultos mayores. se convierten en infantes intolerantes, irascibles, con inconvenientes para cumplir normas, dificultades en las relaciones con el otro. Algunos niños también tienen problemas en la adquisición del lenguaje puesto que los abuelos o cuidadores mayores aprenden a conocerlos y le adivinan las palabras, sin que los pequeños las pronuncien adecuadamente.
Este es un escrito que tiene dos propósitos fundamentales: El primero de ellos es formar en diversos componentes que permitirán profundizar en conceptos y variadas realidades psicológicas, así como mejorar la salud mental del individuo y del grupo familiar. El segundo objetivo es promocionar mi consulta clínica de forma virtual y presencial, ambas se pueden solicitar al celular 320 6919221