El periodo de la adolescencia esta enmarcado dentro de la aparición de variados cambios a nivel físico y a nivel psicológico. Uno de ellos es el deseo por lograr independizarse o diferenciarse emocionalmente de sus padres, tanto para sí mismo, como para los demás.
En este camino de independencia, el hijo intenta alejarse de la alta significación que tuvieron sus figuras parentales en la niñez, transformando esta influencia hacia el interior del grupo –el líder o los ideales- o hacía la elección que el grupo tenga acerca de por cual figura o por cual ideal serán determinados.
De esta forma, el preadolescente y el adolescente crea ídolos o se aferran a ideales, por la necesidad de separarse afectivamente de sus padres. Idolos o ideales que no son analizados desde un sentido crítico sino que son tomados con base en la popularidad.
Es tanta la urgencia que los púberes tienen de buscar otros sujetos o conceptos de identificación, y así sentir que esta disminuyendo la influencia de sus padres sobre ellos, que ejecutan estas acciones constantemente, pudiendo tener varios figuras o ideales que determinan su comportamiento de forma simultanea.
Por esta razón, se puede observar que los artistas, deportista o las ideas populares son determinantes para el pensamiento de los adolescentes. Determinación que, como se dijo anteriormente, no esta guiada por una escogencia racional sino como una urgencia emocional.
Debido a esto, los padres de familia pueden darse cuenta que sus hijos siguen vehementemente e imitan tanto conductas como maneras de pensar de personas que son perseguidos por los medios de comunicación o que tienen gran cantidad de seguidores, sin importar si tienen o no. cualidades culturalmente superiores – actitudes morales, alta inteligencia, incluida la emocional..-.
La escogencia de sujetos o ideas de identificación superficiales, utilizadas como medio de los hijos para reducir la alta influencia de los padres hacia ellos, puede ser interpretada como una oportunidad para que las figuras parentales tengan empatía con su hijo adolescente y pueden intensificar su sentido critico en cuanto a estas elecciones.
La escogencia de otras personas o ideas para identificarse, solo es posible en la medida en que el adolescente ha desvalorizado a sus padres lo cual logra parcialmente, y ocasiona que las figuras parentales sean odiadas pero amadas de manera simultánea.
Este camino tiene como resultado que los hijos podrán concebir a sus padres de manera más objetiva, re-significándolos como personas que tienen vida propia, con anhelos y una historia pasada diferente a su papel como padres, y no solo personas que ejercen la función de figuras parentales.
Este proceso que es comenzado en la pre-adolescencia pero tiene su punto culminante en la adolescencia, además de transformar los modelos identificatorios del hijo, también tiene otras consecuencias asociadas a que los hijos son capaces de entender, tener empatía y pertenencia con la historia de la familia nuclear y de la familia extensa, desarrollando muchas conclusiones de su historia y de los diferentes eventos que le pasan, puesto que cada uno de ellos es analizado de una forma profunda.
La objetivización de la realidad está acompañada de una modificación de los padres como seres humanos y no como “súper héroes”. A pesar de esta re-significación, el pre-adolescente y adolescente queda con los conceptos interiorizados puesto que estos se formaron hasta los ocho primeros años.
Conceptos referentes, en caso que la formación de la niñez haya sido funcional, a la interiorización de vínculos afectivos seguros y de una norma social, desarrollo de competencias blandas que permiten tanto una sana convivencia como una relación sana consigo mismo.
Por otra parte, si estos conceptos formados en la niñez, no son los adecuados, el adolescente habrá interiorizado vínculos afectivos nocivos y atracción por la falta de límites, de tal manera que las nuevos personas o ideas con las cuales se identificará, se caracterizarán por ser nocivas y estar en contra de una sana convivencia.
Este es un escrito que tiene dos propósitos fundamentales: El primero de ellos es formar en diversos componentes que permitirán profundizar en conceptos y variadas realidades psicológicas, así como mejorar la salud mental del individuo y del grupo familiar. El segundo objetivo es promocionar mi consulta clínica de forma virtual y presencial, ambas se pueden solicitar al celular 320 6919221