Trastorno de ansiedad generalizada.

El trastorno de ansiedad generalizada –TAG-, según el manual de psicopatología,  es una preocupación excesiva que el sujeto tiene por la totalidad de situaciones que le pueden ocurrir en su vida cotidiana, durante la mayor parte de los días, en por lo menos un lapso de tiempo de seis meses.

Otros síntomas de la TAG es que los individuos tienen dificultades para controlar la preocupación, existe una inquietud y nerviosismo intensa, existe la posibilidad que el sujeto se siente fatigado fácilmente, se produce la dificultad para concentrarse o relajarse –la mente pasa rápidamente de una crisis a otra. Crisis asociadas tanto con hechos menores como con sucesos de mayor importancia-, presencia de irritabilidad y tensión muscular, y se da trastornos del sueño –dificultad para dormir, sueño insatisfactorio..-, el sujeto tiene molestias clínicamente significativas o disfunciones sociales por la presencia del TAG, y esta disfuncionalidad no es producto del consumo de alguna sustancia o un estado de enfermedad general –hipertiroidismo-.

La diferencia entre el trastorno de pánico y el TAG es que el primero se refiere a una activación autónoma –aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, estremecimiento..-, mientras que el TAG se caracteriza por tensión muscular, agitación mental, irritabilidad y dificultades para conciliar el sueño.

Los adultos con TAG, generalmente se concentran en las posibles desgracias que pueden ocurrirle a sus hijos o al planeta, la salud de la familia, las responsabilidades en el trabajo y minucias domésticas, lo mismo que al sostenimiento de vínculos afectivos disfuncionales. Los niños con TAG se preocupan por su desempeño académico, social, atlético y por invertir los roles con sus padres, de manera que los menores son los que ofrecen cuidado y protección a los adultos, no al revés como debería ser.

Las investigaciones dicen que los individuos con TAG son muy sensibles a las amenazas, particularmente las que tienen una relevancia personal. Ellos se entregan a procesos de pensamiento desesperados e intensos, sin que existan imágenes que acompañen estos procesos de pensamiento, como usualmente ocurre.

Al no existir imágenes en cada proceso de pensamiento, evitan un mayor efecto negativo asociado a la amenaza, el cual se da cuando existe pensamiento e imágenes adicionales sobre esa representación. La no representación completa de la amenaza –pensamiento más imágenes-, impediría la creación de soluciones ante los problemas que el sujeto considere intimidante.

Los sujetos con TAG pueden tener fallas en su propia regulación afectiva y en la creación de estrategias de afrontamiento y defensas que disminuyan el desarrollo del miedo. Esta manera de comportamiento individual ha sido producto de figuras parentales o cuidadores ansiosos, los cuales no lograron trasmitir un sentido de calma y seguridad durante el desarrollo del niño, más que todo en el periodo de primera infancia.

De esta forma, el TAG es una manera que el individuo esconde ansiedades más profundas vinculadas con sus apegos inseguros con sus primeros objetos de amor. Relación inadecuada que se vincularían a eventos traumáticos, los cuales pueden  ser significados de ese modo por su intensidad desequilibrante o por el hecho que el niño, debido a las característica de este lazo emocional, no ha adquirido herramientas emocionales para reponerse a interacciones displacenteras cotidianas con sus padre –prohibiciones, horarios..-.

Acerca de las relaciones afectivas disfuncionales entre padres e hijos, alguna situación en que se puede observar esto es cuando los padres se separan y el hijo significa que alguno de ellos se encuentra tan demasiado afectado por la ruptura, lo cual lo lleva a decidir, muchas veces por iniciativa propia, ejercer las actividades de cuidado y asumir funciones de esa figura parental más afectada, algo para lo cual no estaban preparados y no tienen la capacidad emocional y cognitiva en la realización efectiva de ese papel, desarrollando de este modo una preocupación patológica.

De esto modo, el trastorno de ansiedad generalizada se encuentra asociado a condiciones estructurales, originados por apegos inseguros entre padres e hijos, y a tensiones motivacionales externas, puesto que, a raíz de este vínculo disfuncional, no existen estrategias adecuadas para el enfrentamiento de los estímulos.

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