El trastorno de identidad sexual, según el manual de psicopatología, es cuando el género físico de una persona no es congruente con características emocionales, entendidas estas como la esencia de su masculinidad y feminidad. Las personas que tienen este trastorno se pueden sentir atrapados en un cuerpo equivocado.
También conocido como transexualismo es un trastorno en que los individuos, por lo general hombres, se sienten diferentes a su sexo físico y experimentan excitación sexual al ponerse prendas de ropas asociados al sexo opuesto al de ellos. Estos individuos no tienen anormalidades físicas demostrables como los intersexuados –Personas que presentan, debido a su incompleto proceso de desarrollo sexual, rasgos sexuales tanto masculinos como femeninos-
La identidad sexual es independiente de los patrones de excitación sexual, de manera que un hombre que se visualiza como mujer y viste como mujer, puede estar atraído hacia las personas del sexo femenino, con lo cual tendría una orientación homosexual.
Las investigaciones sugieren, como en el caso de la orientación sexual, niveles ligeramente elevados de testosterona y estrógenos en ciertos periodos críticos de desarrollo, lo cual podría masculinizar un feto o feminizar uno masculino. Estas variaciones de los niveles hormonales podrían darse de manera natural o por algún medicamento que pudiera estar consumiendo la madre durante el embarazo.
Estos resultados muestran ciertos sucesos biológicos que influyen para la formación de la identidad sexual distinta a su sexo de nacimiento. Sin embargo, estos sucesos biológicos, para producir el efecto de trastorno de identidad sexual, se tienen que asociar con factores sociales.
En efecto, los niños que pueden manifestar espontáneamente conductas del sexo contrario, son estimulados o alentados por la familia para que sigan presentando esta clase de comportamientos, de manera que se identifican con ellos y los adquieren como propios.
Estos niños son estimulados al proceder del sexo contrario porque sus padres deseaban que su hijo tuviera otro sexo diferente al cual nació, y no pudieron adaptarse al hijo real que tuvieron, tratándolo en todas las interacciones con el sexo que deseaban y no con el sexo que es.
De esta manera, el hijo real quiere ser igual que el hijo que soñaban sus padres para lograr su cariño, por lo cual su felicidad y su equilibrio psicológico depende de la adquisición de una identidad sexual que no corresponde a sus características biológicas.
Otra forma que se puede presentar este tipo de trastorno, se da cuando los niños que presenten espontáneamente conductas del sexo contrario comparten demasiado tiempo con el padre del sexo biológico contrario debido a la ausencia de la otra figura parental. El hijo siente que comportándose como el padre de sexo contrario, podrá obtener mayor amor de él.
Este fenómeno se puede observar en las situaciones en que existe una relación entre madre e hijo, en la cual no hay padre. La madre comparte todas las actividades con su hijo, no dándole límites ni espacio. Además de eso, lo significa como ella y lo hace partícipe de muchas actividades íntimas como bañarse, dormir juntos etc.
El hijo se identifica con su madre, visualizándose como una mujer y determinando su felicidad o estabilidad emocional al sentirse como figura femenina. Ante este deseo y accionar de su hijo, la madre no pone ningún obstáculo y deja que él se comporte como mujer, se maquille, ponga vestidos, deje el pelo largo, o tenga expresiones que corresponden al sexo femenino.
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