La discalculia también se define como la dislexia matemática. La discalculia es un trastorno específico de desarrollo, de base biológica, que afecta profundamente el aprendizaje de las matemáticas. En este trastorno, existe disfunción en las conexiones neuronales que procesan el lenguaje numérico, dificultando las funciones cerebrales que permiten el procesamiento y acceso a la información de este tipo -numérica-.
Cuando el niño sufre de este trastorno, presenta confusión de números y signos, y no consigue realizar cálculos mentales o trabajar con abstracciones. Adicional a estos inconvenientes en el procesamiento matemático, la discalculia puede estar asociada con otras patologías.
Los individuos con discalculia presentan problemas en la concentración –inhibición de estímulo para poner cuidado en otros-, dificultad para atender a dos estímulos simultáneamente, olvidan instrucciones y tareas, recuerdos incompletos, alto nivel de distracción, habilidad de denominación deficiente, bajos nivel de planificación numérica –dar sentido a determinado ejercicio o práctica-, requerimiento de más tiempo y esfuerzo para procesar información y estímulos.
Una de las causas más comunes para la discalculia es el déficit cognitivo en la representación numérica. Esto es una disfunción neuronal que impide la correcta representación mental de los números, dificulta la decodificación numérica y afecta la comprensión del significado de las tareas o cálculos matemáticos.
Otras de las causas repitentes en la discalculia es la disfunción en una determinada red de conexiones neuronales que les impide a los sujetos acceder a la información numérica con facilidad. Las redes de conexiones neuronales siguen rutas alternativas diferentes a las que presenta un cerebro normal.
Durante la etapa preescolar, la discalculia se puede observar en la dificultad para contar, problemas asociados a la comprensión del concepto de número, dificultad para clasificar y medir, incapacidad para asociar los números con su escritura, escritura incorrecta de los números al copiarlos en un dictado, omitir números en una serie, dificultad para reconocer y clasificar objetos por tamaño y forma.
En la primaria, la discalculia se caracteriza por problemas para reconocer símbolos aritméticos –confusión de – con +-, imposibilidad de retener estructuras matemáticas muy básicas -1 más dos es igual a 3-, es frecuente que utilicen los dedos para contar, dificultad para reconocer algunas palabras relacionadas con cantidad –más grande que, menor a-, dificultad para recordar procedimientos o reglas sencillas -empezar las operaciones por el lado derecho y no por el izquierdo-, presentan inconvenientes para alinear números que les permitan realizar las operaciones, poca memoria mecánica –tablas de multiplicar, números de teléfono-, dificultad para comprender el enunciado de los problemas.
En cuanto a adolescencia, la discalculia se puede observar en la dificultad para aplicar temas matemáticos a su diario vivir –planificar su presupuesto, hacer compras y recibir cambios-, problemas para medir variables, inconvenientes en la orientación, poca creatividad con los números, escasa habilidad para comprender representaciones numéricas, mermadas competencias para establecer velocidades y distancias.
Las conclusiones de los principales estudios, muestran que la discalculia ocurre entre el 3% y el 6% de la población escolar. Porcentaje muy pequeño comparado con la cantidad de niños y adolescentes que sienten tener impedimentos para el aprendizaje de las matemáticas.
Al explorar más a fondo los sujetos con este tipo de impedimentos, la mayor parte de ellos tienen un vínculo afectivo nocivo con el número y con lo que este concepto significa dentro del entorno familiar, algo que esta distanciado de una disfuncionalidad con base biológica.